Sunday, December 9, 2012

De por qué casi no veo series

Supongo que mis características más pequeñas son las que más definen mi carácter y mi forma de ser. Una de mis características principales (y sé que debería cambiarla) es la principal causante de que yo no vea series: soy muy inconstante.
He empezado a ver algunas pero después de unos cuantos capítulos dejo de seguirlas. No es que ya no me gusten ni que deje de entenderlas ni nada, sencillamente dejo de verlas por inconstante. Cuando empezó The Walking Dead la estuve viendo y me encantaba. Acabé la primera temporada y esperaba ansioso a que empezara la segunda, pero como a los dos capítulos de esa segunda temporada, un martes en la noche no llegué a verla y ya, nunca la retomé. Siempre digo que algún día lo haré, pero son tantos capítulos que siento que no la voy a alcanzar.
Hay otros programas no seriados (como Los Simpsons) que he visto durante mi vida y agradezco mucho la libertad que da esa no-seriedad de poder verlos cuando se me antoje o cuando me los encuentro.

Últimamente he estado viendo Arrow. Empecé a verla porque me gustan los superhéroes y me daba curiosidad, luego descubrí que los capítulos duran poquito y que la puedo encontrar en Internet sin buscar mucho. Gracias a eso la puedo ver cuando se me antoja y ahí voy, al corriente con los capítulos (mientras escribo esto se está cargando el séptimo). 
He de confesar que me da un poco de culpa ver películas y series en Internet, pero si tengo cable en la tele y de todos modos las pasan ahí, es como si ya estuviera pagando por verlas ¿no? Bueno, esas son las chaquetas mentales que me hago para no sentirme tan culpable.

Hablando de chaquetas mentales, últimamente he comentado en las fiestas que yo tomo cerveza para que las bebidas más fuertes no me hagan daño al estómago. Es como si fuera mi Pepto Bismol de la fiesta; unas chelas y el estómago está listo para las bebidas de verdad. Yo entiendo bien que no es cierto y que son chaquetas mentales, pero a veces la gente como que no se da cuenta de que no estoy hablando en serio e interpretan mi ligereza como idiotez. Duele un poco darte cuenta de que no te consideran tan inteligente.

Ya medio se me olvidó cómo se hace eso de escribir bien. Twitter está padre pero por adaptarme a los 140 caractéres, se me olvidó lo que tengo que hacer para redactar ideas más largas. Por lo menos ya sé poner acentos bien. Me da un poco de vergüenza que mis entradas viejas no tienen acentos o los tienen todos mal puestos.

La misma inconstancia de la que hablaba al principio hizo que me alejara de escribir aquí o en cualquier otro lado. Ahora quiero retomarlo porque me acuerdo que me gustaba mucho. También quiero retomarlo porque escribir ayuda a desarrollar ideas y entender problemas más complejos. Muchas veces me encuentro rebasado por mi falta de capacidad para entender temas complejos y mi nula capacidad para comentarlos de forma seria, exacta, precisa y concisa.

1 comment: